Todos sabemos que la vida en este mundo no resulta ser siempre demasiado fácil y asequible para todos los que en él habitamos.
Hay personas obsesionadas por los placeres, goces y deleites que buscan disfrutar de todo aquello que consideran importante y esencial. Según ellos, el dinero es, sin ninguna duda, el mayor causante de la felicidad, pues te da y ofrece lo apetecible y, muchas veces lo difícilmente alcanzable de las cosas del mundo. Pero no todas las personas del planeta tienen la suerte de haber encontrado la felicidad gracias al tan estimado dinero, y ésta ha podido ser la causa más clamorosa de su situación.
Debido a esto, es importante salir a la calle y sentir con el mismo testimonio, de la gente que carece de bienes materiales, el irritante y angustioso dolor que provoca dormir todos los días que restan de su vida en la calle, con la única compañía de la soledad y el abandono.
Deambulando por la ciudad, resulta muy difícil cruzar dos calles y no encontrarte con algún mendigo o con alguna persona que, no se sabe debido a qué, te pide un poco de ti, pero que es suficiente para calmar su desalentado apetito.
Nadie es capaz de pasar por el lado de alguna de estas personas y no sentir su tristeza.
La mayoría de la gente pasamos al lado de todos ellos y nos decimos a nosotros mismos: "más vale que se busquen un trabajo..." o "para qué le voy a dar nada si luego se lo van a gastar en bebida o en droga..." Pero, sabe alguno de nosotros las causas que le han llevado a estar viviendo en la calle, suplicando la ayuda de los demás para poder comer?. La única manera de hallar una respuesta es acercándote a ellos y, gracias a su testimonio, conocer las verdades de lo acontecido en tiempos pasados y que ocasionaron esta aterradora situación.
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