Hay mucha gente que opina que salir a la naturaleza se reduce a ir de picnic un domingo al parque. Sin embargo, adentrarse en la naturaleza nada tiene que ver con esa situación. Hacerlo es, sin duda, una de las actividades más maravillosas que el ser humano puede llegar a realizar: caminar por bosques, por senderos poco transitados, descubrir lugares espectaculares que demuestran la grandeza y el poder de la madre tierra... eso no tiene precio.
A continuación, veréis como este grupo de personas lleva a tal extremo este sentimiento hacia la naturaleza que le supone un condicionante para su forma de vivir.
Ellos no utilizan nada que no provenga de la madre naturaleza, de hecho observaréis que no usa ni agua corriente, su ducha es una poza, y toda su comida se base en alimentos naturales y crudos por riesgo a contraer cualquier tipo de infección.
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